Personas con diferente experiencia funcional trabajando hacia un objetivo común.
Cada vez más empresas fomentan la colaboración interfuncional e incluso estructuran sus negocios en equipos multifuncionales. Anteriormente, las funciones se ejecutaban en silos. Ahora, con la necesidad de que las empresas sean ágiles y tomen decisiones estratégicas en un entorno complejo, el requisito de que los empleados se comuniquen y colaboren para ayudar a la integración sin problemas de nuevos sistemas y procesos se ha convertido en un imperativo. Además, se recomienda la cooperación interfuncional como una forma de gestionar y adelantarse a los conflictos que puedan surgir debido al cambio.
Cuando individuos con diversos estilos de trabajo y funciones se unen, los resultados pueden ser innovadores y transformativos. Sin embargo, la investigación muestra que a pesar de sus efectos positivos, muchos equipos interfuncionales son disfuncionales. Es imperativo que se defina una jerarquía clara y que las reglas de compromiso y comunicación sean entendidas por todos. Los líderes deben tener una comprensión clara de la diferencia entre cooperación y colaboración. Es necesario crear una cultura de intercambio al reservar tiempo para que la colaboración tenga lugar a través de reuniones programadas, de modo que los individuos aprendan a hacerlo bien y lo vean como una norma, dándose cuenta de su valor. Anima a compartir historias, tanto éxitos como retrocesos con transparencia. Evita el almacenamiento de información mediante el establecimiento de una plataforma dedicada de intercambio de conocimientos que aliente la documentación de ideas formales e informales en una base de conocimiento referencial.
Los juegos empresariales experimentales y las actividades de formación de equipos que se centran en la colaboración interfuncional pueden ser una gran ayuda como metáfora de las prácticas de trabajo cooperativo.
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